De todas las criaturas que existen en el mundo mágico, hay algunas con una vida muy breve y entre ellas tenemos a los ashwinders, nacidas con un propósito que, una vez cumplen, desaparecen de nuestro mundo.
¡Bien! ¿Qué pasaría si hoy en día te preguntase, 'qué sabes de las Ashwinders'? Probablemente algún dato se te venga a la cabeza de estas criaturas clasificadas por el Ministerio de Magia británico como bestias de XXX, pues a pesar de su corta vida, son bastantes llamativas y tienen diferentes usos para los magos y brujas, así que vamos a darles un buen repaso para que tu próxima noche de trivia te lleves todos los puntos.
Para muchos, los ashwinders podrían considerarse como criaturas bonitas, especialmente si no son de los que tienen ofidiofobia, porque si sí quizá estén maldiciendo este artículo, puesto que se ven como delgadas serpientes de un color verde pálido. Tienen la particularidad de poseer unos ojos rojos resplandeciente y una esperanza de vida de una hora.
Nacen de los fuegos mágicos que han sido dejados sin supervisar y se descontrolan, por lo cual su lugar de origen es incierto ya que a cualquiera le puede pasar algún accidente, viva en China o en Argentina. A pesar de surgir del calor intenso de este fenómeno, tardan poco en alejarse de él, dejando un camino de cenizas a su paso (¿será por eso la parte de ash en la palabra Ashwinder? Ya que significa ceniza en inglés), buscando las sombras del lugar en el que se encuentran.
Una vez han encontrado un sitio propicio, que significa para ellas oscuro y cerrado, ponen unos huevos de color rojo, brillantes y que irradian calor intenso. Este es el final de su vida, pues se desintegran en forma de polvo como si Thanos hubiera chasqueado los dedos y dejan sus huevos que deben ser congelados antes de poder ser manejados. Tienen muchas propiedades, como por ejemplo ser un remedio para la fiebre o ingrediente en pociones.
Es importante, en relación a este tema, que si se encuentra un indicio de que hay ashwinders, se localicen y se traten los huevos de las ashwinders debidamente, puesto que pueden llegar a prender fuego a una casa en cuestión de minutos.
Ya se escuchan las preguntas: ¿pero no viven las ashwinders una hora? ¿Cómo va a dar para que sean muy relevantes? Pues a pesar de que podría decirse que en sesenta minutos no da para hacer mucho porque el tiempo vuela, eso es porque quizá te estés olvidando de algo que quizá las siguientes palabras te recuerden. O no.
Hace mucho tiempo, cuando Armando Dippet era director de Hogwarts, se representaban diferentes obras en el colegio y una de ellas fue la historia mágica contada por Beedle el Bardo de La fuente de la Buena Fortuna. En una parte de esta historia, como los que la hayan escuchado quizá recuerden, aparece un gusano enorme, ciego, y Silvanus Kettleburn dio un ashwinder para que cumpliera con ese papel.
Cualquiera diría, según las características que hemos visto ya de los ashwinder, que hacerlo crecer con un encantamiento aumentador es una buena idea. Tendría razón. Es algo que nunca debe hacerse porque lo que consiguieron fue que estallara en una lluvia de polvo caliente y chispas, que el Gran Comedor se incendiara y durante meses estuviera apestando a humo, que la enfermería estuviera hasta los topes de gente ese día y que se prohibiera desde ese mismo momento la representación futura de la obra en el colegio.