Los merodeadores

 
 
Léeme

A mi sobrino,

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¡Querido sobrino!

Llevamos sin vernos tanto tiempo desde que llevas de viaje que ya me estoy olvidando de tu cara, ¿sabes? Me acordé el otro día de ti. Recordé lo que te gustaba, cuando eras pequeño, que te contara historias pasadas, que te hablara de los héroes que habitaron el mundo mágico, ¿recuerdas? Y me puse nostálgica. Esos momentos los extraño tanto que no he podido evitar pensar, ¿y si rescatamos una de ellas? Y así no te sientes tan solo en tu viaje por el mundo. Que sientas que tu tía estará siempre contigo.

¿Te acuerdas de los merodadores?

Sí, los merodeadores, aquel grupo de amigos pertenecientes a Gryffindor que vivieron en Hogwarts desde el 1971 hasta el 1978, una locura de tiempo, ¿verdad? Eran aficionados a las bromas, les encantaba hacer travesuras y romper las reglas, y eran reconocidos por ello Eran bastante populares. Tenían un don, algo, para atraer a las personas hacia ellos, así como para espantarlas, ¿no es curioso? Esto es porque los merodeadores tenían muy claro hacia dónde dirigir todas esas bromas. Especialmente a los miembros de la casa Slytherin, pues tenían muchos prejuicios. Podríamos decir que en muchas ocasiones tenían razón, ya que eran tiempos difíciles y las cosas antes eran muy diferentes, pero podemos entenderlos en cierto sentido ya que eran los años 70. Sí, los prejuicios eran mucho, en diferentes ámbitos de la sociedad, qué te voy a contar a ti.

Antes que nada, ¿quiénes eran los merodeadores?

¿Recuerdas esto? Los merodeadores eran cuatro miembros, aunque a día de hoy muchos prefieren pensar que fueron tres. El cabecilla muchos dirían que era James Potter, un joven que fue bastante consentido por sus padres, quienes llevaban tiempo esperando un hijo cuando él apareció en sus vidas. Sirius Black, un chico que no era querido por la mayoría de su familia, y que no seguía sus ideales puristas, se reveló de muchas formas contra ellos y una fue haciéndose parte de los merodeadores. Remus Lupin, un muchacho sencillo, que fue mordido por un hombre lobo cuando era apenas un niño, todo por los asuntos de los mayores. Lo que ocurre siempre: las criaturas se ven afectadas por nuestros errores. El último, aquel que el mundo prefiere hacer como si no hubiera pertenecido a este grupo, fue Peter Pettigrew, alguien que iba detrás de los anteriores tres. Algo vieron en él que nadie ha comprendido todavía.

¿Cuál era el mayor secreto de los merodeadores?

Se llamaban así por un motivo, ya sabes cuál. No solo les gustaba merodear de día, sino también de noche. Especialmente de noche. Remus Lupin, quien no dijo nunca que era licántropo públicamente (hubiera sido muy duro, ya sabes, por la época. Hoy en día también lo sería, hay cosas que no cambian), fue descubierto por sus amigos. Estos, en vez de despreciarlo como él se había esperado, se convirtieron en animagos ilegales (porque debido a su edad no lo tenían permitido) para poder acompañarlo por las noches. Y, de ahí, viene su historia.

¿Cómo fue la vida estudiantil de los merodeadores?

Llevaban la vida de cualquier alumno de Hogwarts, estudiando para sus exámenes, desarrollándose como cualquier adolescente. Lo que no era tan habitual para otros era aquello que sucedía cada noche de luna llena.

Cornamenta, que era James Potter, se transformaba en un majestuoso ciervo, considerado el rey del bosque. Canuto, Sirius Black, tan fiel a sus amigos como él solo, era un gran perro negro que corría en libertad lo que no lo hacía en su casa fuera de Hogwarts. Colagusano, Peter Pettigrew, se convertía en una rata, significado que entendieron muchos años después.

Lunático, Remus, por primera vez en su vida, sintió algo que era lo más parecido a la comodidad contigo mismo. Ser feliz, para él, fue estar con sus amigos ya que se sentía aceptado por alguien más que no fuera sus padres. Y para él, aquello significaba mucho. Los merodeadores, para Remus, probablemente significara mucho más que para el resto.

De todas formas, sobrino, no eran un ejemplo a seguir en todos los aspectos. Eran buenos amigos de sus amigos, personas fieles y valientes, pero muy malos enemigos. Abusaban de su poder, atacando en grupo a aquel que no consideraban digno o no tuviera los mismos pensamientos que ellos. Eran muy serios con todo lo que implicase la magia oscura, la despreciaban con cada fibra de su ser, así que los merodeadores gestionaban ese desprecio como únicamente sabían.

¿Qué fue de la vida de los merodeadores fuera de Hogwarts?

Con el tiempo, maduraron. Ya no eran los críos que fueron una vez en Hogwarts, y aprendieron cómo era la forma correcta de luchar contra los magos oscuros y tratar de erradicar a aquellos que tenían ideas puristas y que buscaban dañar a gran parte de la sociedad mágica. Se unieron a la Orden del Fénix, una organización fundada por Albus Dumbledore para luchar contra Lord Voldemort. Y, pronto, los merodeadores se vieron luchando de una forma muy diferente contra todos aquellos con los que se enfrentaron en la escuela. Se vieron obligados a crecer rápidamente. Tenían menos de 20 años cuando esto sucedió. Eran niños.

James se casó con Lily, aquella chica de la que había estado enamorado desde muchos años atrás. Esta, Gryffindor y especial como solo ella lo era, era una bruja extraordinaria. Ambos eran magníficos. Tanto, que no dudaron en proteger a su hijo a costa de su propia vida, pues era buscado por Lord Voldemort por ser el único que podía vencerle y tras haber sido traicionado por Peter Pettigrew, el que creyeron que era su fiel amigo. James quiso proteger su presente tratando de darle tiempo a su esposa y a su hijo, y Lily también se encargó de su futuro, otorgándole al pequeño una protección que le salvaría la vida por el resto de esta.

Este niño, tiempo después, se convirtió en el Elegido. Protegido por Lily y James Potter, protegido por Remus Lupin y protegido por su padrino, Sirius Black, quien acabó 12 años en Azkaban por culpa de haber confiado en la persona equivocada. Su noble corazón hizo que también fuese salvado por el que traicionó a sus padres.

El final de los merodeadores

Por desgracia, ninguno llegó al final de su vida como debería ser, de forma natural. no fue como mi abuelo, que dejó escapar su último suspiro en su cama, tranquilo, rodeado de su familia y en paz. No, los merodeadores no tuvieron esa suerte, al igual que muchos en su época. Algunos, ni siquiera tuvieron oportunidad de aceptar la Muerte como a una vieja amiga.

James Potter se enfrentó a ella, sabiendo cómo iba a acabar, porque no le temía y su familia tenía prioridad. Solo tenía 21 años. Sirius Black pasó muchos años en azkaban por un crimen que no cometió, y solo pudo disfrutar unos pocos años fuera de este hasta que murió con 36 años. Nunca fue completamente libre. Remus Lupin tuvo una vida más larga, y llegó a tener un hijo y esposa, pero su vida acabó a los 38 años defendiendo al mundo mágico.

Por otro lado, Peter Pettigrew, con 37 o 38, murió víctima de la deuda de vida que tenía con el hijo del amigo al que traicionó.

La vida que tuvieron momentos buenos, y momentos malos, pero estoy seguro de que, al menos tres de cuatro de ellos, no se arrepintieron de ella.

Te extraño, querido sobrino, no te olvides de visitarme pronto. Me gustaría que me contaras historias de los lugares que visitas.

Te quiere,

Tu tía favorita.